¿Ciudad
del Medio Ambiente? - III
Nos dicen que quieren ¿hacernos o hacerse? una Ciudad del Medio Ambiente en Garray y para ello pretenden arrasar un ecosistema de reconocido valor nacional e internacional.
Mª Jesús Ruiz llega a manifestar, en septiembre de 2003, que será la Junta de Castilla y León la que sufrague íntegramente todos los gastos de la construcción sin límite económico, haciendo de Soria un referente nacional en materia medioambiental.
El 10-12-04, el Presidente de la Comunidad, Sr. Herrera, manifestaba que “nadie va a infringir los valores medioambientales”; “van a protegerlos, atendiendo al necesario mantenimiento de la naturaleza”; “este proyecto se asienta en zonas del alto valor ecológico”; “todas las garantías de protección de un espacio extraordinario”.
Indican que “han consultado a los más exigentes ecólogos, geólogos y biólogos”. ¿Quiénes son estos?. O el título les ha tocado en una rifa o no conocen el lugar.
Estudios hechos en el Soto de Garray por titulados universitarios especialistas cada uno en su materia, en un análisis no exhaustivo, han localizado en esta zona más de 520 especies diferentes de plantas, mamíferos, anfibios, reptiles, peces y aves, de las cuales más de 120 están protegidas por la legislación europea, y todo ello en tan solo 320 hectáreas.
El mismo Sr. Herrera reconocía públicamente que “la ciudad es, como indica su nombre, un poblamiento”.
A poco que se esfuerce, cualquier técnico en la materia, reconocerá que es inviable el mantener el ecosistema actual con la ejecución de las actuaciones previstas. Una cosa es este ecosistema natural y otra muy distinta su ciudad, por muy ajardinada que quiera hacerla.
¿Acaso se imaginan Uds. una ciudad
con nutrias, garduñas, tejones, gatos monteses, culebras, comadrejas, ginetas,
musarañas, lirones… paseando por las aceras?. O posándose en los tejados
zampullines, cormoranes, garzas imperiales, cigüeñas negras, milanos, azores,
gavilanes, cernícalos, lechuzas, búhos, cucos, águilas calzadas…. imposible de
todo punto. Y todavía nos dicen que el proyecto consigue aportar valores ecológicos mayores de los que existen.
Si el Sr. Herrera, Mª Jesús Ruiz o los autores del proyecto lo ven compatible, una de dos, o muestran una gran ignorancia en el tema o nos quieren engañar con premeditación y alevosía.
Desarrollo Sostenible es progresar sin arrasar como aquí se pretende hacer buscando no sabemos qué ocultos intereses. Habría que recordarles que el 3 de febrero de 2004, todas las instituciones sorianas firmaron la “Declaración de Soria”, en cuyo punto primero se reiteraba el “reconocimiento de Soria como Centro Mundial del Desarrollo Sostenible”. Cuando conozcan nuestro ejemplo práctico en la materia, a lo especialistas no sé si les causará pena, risa o indignación o las tres cosas a la vez.
Y dice el Sr. Mangado, arquitecto del proyecto, que éste se sustenta en el cumplimiento de la normativa medioambiental. El batacazo que se avecina será de libro para vergüenza de los padrinos de la idea.
Nos prometen autobuses ecológicos no contaminantes para desplazarse por la Ciudad del Medio Ambiente. ¿Y quién los va a subvencionar?. ¿Cómo se puede rentabilizar este servicio?. Todo para 1500 habitantes.
Nos dicen que el 80% de la energía que se consuma procederá de la propia Ciudad del medio Ambiente. El sistema para lograr este objetivo lo sustentan en la energía térmica, fundamentalmente a partir de la temperatura del agua del subsuelo. Conociendo la climatología del lugar es de muy dudosa viabilidad. Experiencias parecidas en esta provincia han fracasado estrepitosamente.
En Villacastin (Avila), también quieren hacer un “Parque Científico Tecnológico”, que además tendrá un área destinada a viviendas y campo de golf y todo ello, también en una zona urbanisticamente no edificable e incluida en la red de espacios protegidos por la Unión Europea. Otro pelotazo urbanístico como el que nos quieren meter aquí.
Sí a la Ciudad del Medio Ambiente pero con respeto a este y absoluta transparencia.
Hay un proverbio árabe que dice “la primera vez que me engañes, será culpa tuya, pero la segunda, será culpa mía”.
Carlos Gonzalez